RETINOPATÍA DIABÉTICA
Si le han diagnosticado diabetes, puede correr el riesgo de perder la visión, ya que su cuerpo no utiliza el azúcar adecuadamente y, cuando los niveles de azúcar aumentan, pueden producirse daños en los vasos sanguíneos de la retina. Esta lesión de los vasos retinianos se conoce como retinopatía diabética. La retinopatía diabética es la principal causa de ceguera en adultos en edad laboral.
¿Cuáles son los síntomas de la retinopatía diabética?
A menudo, uno puede no ser consciente de ningún síntoma, incluso cuando existe una retinopatía diabética significativa. Cuando ocurre el edema macular, la visión a menudo se vuelve borrosa y puede fluctuar. Si se forman nuevos vasos sanguíneos anormales, como en la retinopatía diabética proliferativa, pueden sangrar y provocar pequeñas motas o flotadores grandes que oscurecen la visión. Si ocurre una hemorragia grande, la visión a menudo se vuelve muy borrosa.
¿Cómo se diagnostica la retinopatía diabética?
Un examen ocular completo realizado por un optometrista o especialista en retina es el único medio confiable para detectar la retinopatía diabética. Después de dilatar la pupila, se utiliza un dispositivo llamado oftalmoscopio para ver la retina y determinar el alcance de la retinopatía. Si se descubre retinopatía diabética, se puede recomendar una prueba de tinte de fluoresceína y / o un tomógrafo de coherencia óptica (OCT). Un angiografía de fluoresceína implica la inyección de un tinte en una vena del brazo seguido de varios minutos de fotos intermitentes con una cámara digital especial enfocada en la retina. Una OCT es una foto no invasiva que crea una imagen transversal detallada de la mácula.
¿Cuál es el tratamiento para la retinopatía diabética?
La mejor terapia para la retinopatía diabética es la prevención. Los estudios muestran que el control estricto de los niveles de azúcar en la sangre puede reducir significativamente el riesgo de pérdida de visión por retinopatía diabética. La presión arterial alta y los problemas renales también deben tratarse para minimizar su efecto sobre la retinopatía. La cirugía con láser es a menudo la primera línea de tratamiento si hay edema macular o retinopatía proliferativa. Para el edema macular, el láser se enfoca en áreas con fugas de la retina para ayudar a reabsorber el exceso de líquido. El objetivo principal de este tratamiento es prevenir una mayor pérdida de visión. Es poco común que las personas recuperen una visión significativa después del tratamiento, pero algunas experimentan una restauración parcial. La cirugía con láser no es una cura para la retinopatía diabética y no se garantiza que evite una mayor pérdida de visión. Otros tratamientos para la retinopatía diabética incluyen medicamentos como los esteroides o una nueva clase de medicamentos llamada anti-VEGF.